sábado, 16 de febrero de 2013

Los asesinos precavidos

Los científicos de la antigüedad creían que al morir
quedaba grabada en la retina de nuestros ojos
la última imagen que habían visto.

Suponían, por tanto, que buscando en ella
encontrarían el rostro del asesino en el momento de asestar la puñalada definitiva,
como si se tratara de una placa fotográfica
revelando su identidad.

Por ese motivo las víctimas de crímenes violentos,
aparecían con frecuencia con las cuencas de los ojos vacías.

Hoy sabemos que no es así.

Sin embargo, los asesinos, precavidos, siguen matando por la espalda

 "Aquí yacen dragones"
Fernando León de Aranoa